Por eso estamos como estamos…

¡Caray! Lo mismo de siempre. Las organizaciones sociales que existen en nuestra ciudad, solo buscan satisfacer los intereses de sus agremiados, pero nunca piensan en la colectividad ciudadana; pero todo esto, tiene una sencilla razón; y esta es, las ganancias personales de sus dirigentes. Lo peor, son auspiciados por funcionarios de todos los niveles del gobierno municipal o también de los llamados representantes populares. Obviamente todo esto, aceptado por las autoridades en turno; porque como bien dice nuestro alcalde Raúl Tovar Tavera, Iguala necesita obras y por lo tanto hay que recabar dinero, -los ambulantes y semifijos representan un buen bonche de billetes- para aplicarlos en beneficio de la sociedad igualteca. ¿Será? El asunto de la toma de las oficinas de Regulación Comercial de la cual es titular el licenciado Margarito Cambray, por parte de la Organización “Tierra y Libertad” que dirige Bernardo Cayetano Hernández y la solicitud de destitución del ya citado funcionario, por arbitrario y represivo, además de hostigador, solo formó parte de un chantaje para que dicho funcionario no aplique el reglamento respectivo con esa clase de comercio; que dicho sea de paso, conviene a ambas partes. A los dirigentes de los comerciantes porque seguirán cobrando una cuota por la respectiva protección y a las autoridades porque de esa manera se allegan de recursos económicos sin tanto rollo. Nunca se verá que estos dirigentes busquen el real beneficio para esa clase de comercio, porque proteger a quien lo ejerce de esa manera, reditúa toda clase de prebendas que les sacan a esa pobre gente, toda vez que se ahorran infinidad de gastos como luz, agua, aviso de apertura, licencia comercial la cual los comerciantes formales tienen que pagar mediante varios requisitos, mientras que los informales con un permiso basta, y aunque esa clase de permisos no especifica lugar exacto, todos argumentan que es ahí donde están vendiendo y ya. Ahora bien… ¿Y los comerciantes establecidos de la ciudad? ¿También pueden acudir para que las diferentes dependencias no los molesten con las llamadas verificaciones de toda índole por lo que resta del gobierno tovarista? ¡No mameyes en tiempo de aguacates! Mucha gente dice que son personas que están ejerciendo una actividad y que es mejor que sean informales y no delincuentes, cosa en la que tienen toda la razón, pero el problema no es que vendan su mercancía en las calles o lugar determinado, el problema es que desgraciadamente esa gente, abusa de los espacios que ocupan y obstruyen, primero la banqueta porque prácticamente ocupan la mitad y después el arroyo vehicular y eso está muy mal y aunque también el comercio establecido argumenta que es por eso que saca su mercancía afuera de sus locales comerciales, también es cierto que muchos abusan y no solamente ponen una caja de madera, sino que ocupan un espacio más grande de lo que miden sus propios locales interiores. ¿Lo duda? Acuda a la calle del Huerto entre a calle de Altamirano y Morelos, cerca del Mercado Municipal “Gral. Adrián Castrejón” y se dará cuenta de lo que estamos hablando, pero además sobre la calle de Altamirano también se puede observar ese fenómeno, sin que las autoridades respectivas hagan algo. Por esas y otras razones Iguala en estos momentos está en la completa anarquía en esos asuntos. ¿Hasta cuándo se empezará hacer algo sin temor a las manifestaciones a las organizaciones sociales que más que defender cosas positivas, defienden a quienes regentean sus líderes? No cabe duda, por eso estamos como estamos. ¡Salud!