Tribuna Pública
Francisco Javier Copeño
Castro
*Ganadores y perdedores, deben serenarse…
*El ganar implica una gran responsabilidad…
*El cambio en el gobierno deberá ser pronto, se puede…
*Los Regidores deben dejar ser damas de compañía del Alcalde…
*No más comedores, estéticas y agencia de ventas en oficinas…
Quienes ganaron y quienes perdieron, deben serenarse y dejar de seguir
atizando y soplándole al fogón, las consecuencias pueden no ser agradables para
ambas partes; los ganadores, deberán curarse de la cruda por la obtención del
triunfo y como dice Tatiana Cloutier, bajarle dos rayitas a su euforia, porque nos hemos dado cuenta de que muchos, -no todos-,
hacen leña del árbol caído y eso no abona a la reconciliación a la que convoca
quien ganó la elección presidencial, lo radical es peligroso, la violencia,
genera más violencia. ¡Aguas! No vaya ser que salga más caro el caldo que las
albóndigas. Quienes obtuvieron el triunfo deberán estar conscientes que la
responsabilidad que asumirán, es sumamente grande tanto en el Poder
Legislativo, como en el Poder Ejecutivo a nivel federal, las campañas
terminaron, hoy tienen que organizar y planear la forma de cómo con los
lineamientos del llamado Nuevo Proyecto de Nación, se debe demostrar del porqué
se abrazó la esperanza de un cambio y este debe ser real, no ficticio; en el
Estado, por lo menos en los próximos tres años, se tendrá que poner en práctica
una verdadera división de poderes, donde veremos si en verdad se vela por los
intereses de la mayoría de la gente, por parte de los nuevos diputados a partir
de que asuman su responsabilidad, o simplemente nada más se cambió de personas
pero el régimen siga siendo el mismo. Los perdedores también tienen una gran
responsabilidad para no abonar a la obstaculización de acciones en beneficio de
las mayorías oponiéndose a todo, sino por el contrario ayudar y apoyar a los
nuevos gobernantes para lograr un mejor País, Estado o Municipio; deben
entender que en política se gana y se pierde como en todo, y que la competencia
termina cuando acaban las elecciones, hoy todos se deben sumar a la lucha por
cambiar las cosas, y si quieren seguir en las lides de la política, se deben
reorganizar y cambiar sus estrategias para ver si en un futuro, la ciudadanía
les vuelve a dar la oportunidad de participar, porque el mejor ejemplo de que
las cosas cambian, está en el mismo ganador de la elección presidencial, que
tuvo que participar hasta en tres ocasiones para llegar a dónde él quería, haya
sido como haya sido, finalmente ganó y será el Presidente de todos los
mexicanos, no nada más para un sector de la ciudadanía. Lo decíamos en una
entrega anterior, quienes hayan ganado, deberán en verdad cambiar de actitud, y
mencionábamos que si eran los que ya habían estado en el poder, deberían
aprovechar esta nueva oportunidad que les diera la ciudadanía, para no seguir
haciendo lo mismo, es decir, tratar con prepotencia, altanería y soberbia a la
gente que acude a realizar un trámite a alguna dependencia, servir con
humildad, respeto y atención diligente a todos, porque finalmente los
ciudadanos son sus verdaderos patrones; también comentábamos que si ganaban
nuevos personajes, hicieran exactamente lo mismo y que en verdad se notara un
cambio. En Iguala, a partir del próximo gobierno, nos gustaría que en verdad se
notara un cambio en muchos vicios que se han arraigado en los trabajadores del
Ayuntamiento, comenzando por los Ediles, quienes actúan como damas de compañía
del Alcalde en turno, no realizan su verdadera función que es la de vigilar que
se cumplan los acuerdos de Cabildo, pero que en las Sesiones de dicho Cabildo
en verdad se discutan temas de beneficio colectivo y no nada más le aprueben al
Presidente sus propuestas y nos salgan con una frase que en lo personal siempre
hemos criticado al decir, “esperemos que lo apruebe el Presidente”, “a ver si
quiere el señor Presidente”, los Ediles tienen el mismo rango que el Alcalde y
las acciones se deben discutir en Cabildo, porque ahí, todos pueden proponer,
discutir, analizar y aprobar lo mejor para la colectividad, no nada más el
Presidente tiene la última palabra, por eso, se deben poner a leer la
Constitución de la República, la del Estado, la Ley Orgánica del Municipio
Libre, el Bando de Policía y Buen Gobierno, para que mínimamente sepan para qué
fueron electos. También, los empleados deberán dejar sus manías de convertir en
comedor, estéticas y agencias de ventas de artículos diversos las oficinas de
gobierno, que se cumpla el horario de atención al contribuyente, claro está si
en verdad se quiere ver un cambio real. En esa medida los contribuyentes
también responderán y pagarán sus impuestos cómo debe ser, porque para eso
están las Leyes y Reglamentos u ordenanzas que se pueden aplicar. A este nuevo
gobierno municipal le tocará mandar al nuevo Congreso la Ley de Ingresos del
próximo año, ahí se verá qué nos tendrán reservado, porque también tendrán la
responsabilidad de pagar sueldos y aguinaldos de todos los trabajadores y eso
está cabrón. Esto sólo sería el comienzo de una nueva forma de conducir los
destinos de nuestro municipio. En otra entrega le seguimos porque hay mucho que
se tiene que cambiar y demostrar que todo se puede, nada más con un poco de
voluntad y si no, el mismo tiempo nos demostrará que con tal de hacerse del
poder, el fin justifica los medios. ¡Hasta la próxima y salud!
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